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Bajan las temperaturas y comienzan los preparativos para practicar los deportes de invierno. Las estaciones de esquí se preparan para acoger a miles de visitantes cada día mientras dure la temporada. Es precisamente, el esquí, en sus diferentes modalidades, uno de los deportes que más demanda tiene durante estos meses fríos.
Para la práctica de esquí nórdico, es especialmente atractivo para todos aquellos que buscan un deporte tranquilo, con baja probabilidad de lesiones y sin impacto articular. En este sentido, permite la recuperación de los deportistas que han sufrido alguna lesión y no quieren perderse la temporada.
Es una modalidad en la que se busca disfrutar de hermosos paisajes nevados, como los que ofrecen estaciones como la de Formigal, una de las preferentes para este deporte dentro del territorio español.
Formigal es una estación que siempre sorprende y tiene algo que ofrecer, ya que, difícilmente, los esquiadores completarán todos sus recorridos en una sola visita. Con 146 pistas (12 verdes, 35 azules, 51 negras, 43 negras
y 5 itinerarios) y un total de dominio esquiable de 180 kilómetros, se convierte en el más grande de toda España, con una calidad de nieve 10.
Por otro lado, cabe destacar que una escapada de fin de semana en Formigal se puede conseguir por menos de 200 euros con Estiber. Esto la convierte en un destino ideal para la práctica de esquí nórdico además de por sus grandes y hermosas extensiones nevadas y sus bellos paisajes por su precio, mucho más asequible que en otras estaciones.
¿En qué se diferencia en esquí nórdico del esquí de fondo?
El esquí nórdico es una disciplina en la que se incluyen cinco variantes o modalidades: esquí de fondo, salto de esquí, biatlón, telemark y combinada nórdica. Sin embargo, en muchas ocasiones se utilizan los términos esquí de fondo y esquí nórdico indistintamente, aunque no es lo correcto.
La técnica clásica del esquí de fondo es la más tradicional y proviene de las formas primitivas de desplazarse por la nieve. Es la disciplina más sencilla de aprender, ya que los movimientos básicos son los mismo que se ejecutan al andar, tan solo basta con añadir un deslizamiento con los esquís y aplicar una fuerza de brazos a través de los bastones.
En esta modalidad, los fondistas realizan carreras de largo recorrido, de hasta 150 km, aunque también hay otras de distancias más cortas. Pueden ser de estilo libre o clásico, la diferencia es que mientras que en el clásico se conducen los esquíes por dos carriles, en el estilo libre se va por caminos abiertos, entre páramos y bosque, lo que lo hace aún más hermoso.
Otras modalidades de esquí nórdico
Además, del esquí de fondo, dentro del esquí nórdico se practica, como ya se ha enumerado con anterioridad el salto de esquí, el biatlón, el telemark y la combinada nórdica, que se van a describir brevemente a continuación.
Salto de esquí
El salto de esquí consiste en bajar por una rampa muy pronunciada a gran velocidad sobre unos esquíes de gran longitud. Después, cuando se toma la última pendiente, se inicia el vuelo con el objetivo de llegar lo más lejos posible sin tocar el suelo. Es una modalidad muy difícil que requiere que el deportista se inicie en ella a una edad temprana, además de mucha y constante práctica.
Se necesita, además, una gran preparación física y técnica para no solo saltar lo más lejos posible, sino aterrizar de forma segura. Es una disciplina considerada como muy peligrosa en la que cualquier fallo se paga muy caro, con lesiones importantes incluso llegando a producirse accidentes mortales.
Durante el vuelo, el deportista tiene que cuidar la estética y la armonía, pues el estilo es también muy valorado por los jueces e influirá en la puntuación final.
Biatlón
El biathlon es una de las modalidades más bonitas que se recogen en el esquí nórdico. Aparenta la caza más ancestral y tradicional en tierras nórdicas, pues el esquiador combina las habilidades del esquí de fondo con el tiro al blanco. Se trata, por tanto, de una carrera de esquí de fondo en la que el esquiador debe parar y disparar a un blanco estático en varios puntos del recorrido.
Del mismo modo que ocurre en el esquí de fondo, las tablas que lleva el esquiador son largas y muy finas para permitir el desplazamiento rápido por la nieve. También hacen uso de bastones para impulsarse y mantener el equilibrio. La puntuación recoge tanto la buena puntería como el tiempo en completar la distancia del circuito.
Telemark
Esta modalidad dentro del esquí nórdico nació en 1825 de manos de Sondre Norheim, considerado padre del esquí moderno. Su nombre se debe a que nació en una región noruega del mismo nombre. Fue allí donde Sondre Norheim inventó esta forma de hacer giros sobre los esquíes, ofreciendo una gran sensación de libertad y movimiento mientras se desciende. El Telemark requiere de una gran forma física y técnica, siendo
visualmente muy llamativo.
Combinada nórdica
Esta última modalidad de esquí es muy exigente, en ella el deportista tiene que ejecutar dos pruebas: una de saltos desde un trampolín y otra de esquí de fondo. Esta disciplina comenzó en 1892, en la organización el Festival de Saltos de Esquí en Holmenkollen, a las afueras de Oslo.
Los organizadores quisieron atraer la atención del público ofreciendo algo innovador, y así fue cómo surgió la idea de añadir una carrera de Travesía Nórdica a los Saltos. Como el resultado tuvo mucha aceptación durante el evento, se siguió practicando y ha llegado hasta nuestros días con gran éxito de asistencia en los eventos así como deportistas que lo practican.